COMER QUESO ES BUENO PARA LOS DIENTES
Más beneficios del queso.
Comer queso previene las caries dentales, de acuerdo con un estudio que publicó la revista General Dentistry. En la investigación los científicos analizaron el pH dental (la acidez o basicidad) de una serie de sujetos transcurridos 10, 20 y 30 minutos tras beber leche, comer queso o tomarse un yogur sin azúcar añadido.
De estos datos se concluye que solo los comedores de queso mostraban un aumento en el pH de su boca por encima de 5.5.
¿Qué quiere decir esto? Pues que los dientes están protegidos de la erosión y reducen el riesgo de desarrollar caries. Además, varios compuestos del queso parecen adherirse al esmalte dental y actúan como escudo para la dentadura frente a los ácidos que pueden dañarla.
¡Vaya corte!
Te puede parecer que un queso sabe igual independientemente de cómo se corte, pero al igual que el vino se tiene que beber en la copa adecuada, el queso debe tener un corte determinado para apreciar mejor su textura, aroma y sabor.
Si es curado, el corte en cuña y triangular es lo mejor. También cortados en cuñas o barritas con un grosor de 5 a 10 milímetros para curados y semicurados.
Los blandos o muy cremosos se cortan en lonchas pequeñas pero siempre con un grosor mínimo de 5 milímetros. Para evitar que se quede pegado al cuchillo, se puede untar la hoja del mismo en un poquito de aceite.
En el caso de los quesos con corteza enmohecida se cortan con corteza y en lonchas como los blandos.
Los del tipo a nuestro Cremoso Cañarejal se sirven en pieza completa, cortando la tapa para poder untar.
Y si el queso tiene forma de bola y es un queso grande, primero se parte por la mitad, después se corta un trozo hexagonal de la mitad y a partir de éste, se hacen lonchas.
Y una última idea: pon diferentes tipos de queso en una bandeja cortados de forma adecuada y quedarás como un anfitrión excepcional.
¡Será por expresiones!
Una de las características de nuestro idioma castellano, precisamente es la riqueza de vocabulario de la que disponemos.
Refranes, dichos populares,… y expresiones a montones que vuelven locos a los extranjeros que tratan de traducirlas literalmente.
Pues precisamente una de ellas es ¡QUE NO TE LA DEN CON QUESO!. Estoy segura de que la has oido montones de veces, pero lo que no tengo tan claro es que sepas su origen.
La utilizamos cuando queremos advertir a alguien de que no sea víctima de un engaño.
Esta expresión tiene su origen en una trampa que utilizaban los bodegueros antiguamente. En muchas ocasiones cuando el vino era malo, se lo ofrecían a los catadores junto con una tapa de queso, ya que el queso contiene unas proteínas que limitan el poder de degustar otros sabores. El catador quedaba satisfecho con el producto y el vendedor conseguía librarse de las peores botellas. Cuando el cliente llegaba a casa y volvía a probar el vino se daba cuenta del engaño, así que procura que esto no te pase.
NUESTROS QUESOS SON LA LECHE
La leche, pero de oveja.
Y técnicamente, cuáles son las características de la materia prima de nuestros quesos:
La leche proporciona nutrientes esenciales y es una fuente importante de energía alimentaria, proteínas de alta calidad y grasas. La leche puede contribuir considerablemente a la ingestión necesaria de nutrientes como el calcio, magnesio, selenio, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico. La leche y los productos lácteos son alimentos ricos en nutrientes y su consumo puede hacer más diversa las dietas basadas principalmente en el consumo de vegetales. La leche de origen animal puede desempeñar un papel importante en las dietas de los niños en poblaciones con bajo nivel de ingestión de grasas y acceso limitado a otros alimentos de origen animal.
La especie del animal lechero, su raza, edad y dieta, junto con el estado de lactancia, el número de pariciones, el sistema agrícola, el entorno físico y la estación del año, influyen en el color, sabor y composición de la leche y permiten la producción de una variedad de productos lácteos:
La LECHE DE OVEJA tiene un contenido de materias grasas y proteínas mayor que el de la leche de cabra y de vaca; solo la leche de búfala y yak contiene más materia grasa. Además, la leche de oveja tiene generalmente un contenido de lactosa mayor que el de las leches de vaca, búfala y cabra. El elevado contenido de proteínas y el contenido sólido general de la leche de oveja hace que sea particularmente adecuada para la producción de quesos y yogur. La leche de oveja es importante en la región del Mediterráneo, donde la mayor parte se transforma en quesos, como el pecorino, caciocavallo y feta.
Fuente: FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura)
Nuestros quesos son AFINADOS
Si oyes la palabra AFINAR ¿en qué piensas?.
Según la RAE (Real Academia de la Lengua) es “Perfeccionar, precisar, dar el último punto a algo “.
Este concepto llevado al queso, se refiere al tiempo en el cual va madurando y sufriendo cambios tanto en su aspecto, textura, aroma y sabor. El afinador los va a someter a unas condiciones ambientales que permitirán un desarrollo microbiano que va a transformar radicalmente sus características. Debemos excluir a los quesos frescos que se consumen poco después de su elaboración.
Cada afinador de quesos tiene su ambiente especial y hace con unos quesos primarios unas verdaderas obras de arte para el paladar , variando las condiciones de temperatura, humedad, frotando las cortezas con aderezos, limpiando mohos o dejándolos que se desarrollen. Todo un arte. Este proceso se desarrolla en “cuevas” o en cámaras frigoríficas que simulan las condiciones necesarias para cada queso.
La duración puede ser de unos días, uno o más meses e incluso años, dependerá del tipo de quesos y de las intenciones y objetivos del Maestro Afinador, ya que un buen afinado exige de muchos cuidados y atenciones: limpieza, cepillado, volteo de los quesos, etc. Durante el afinado podemos personalizar el queso por frotamiento de la corteza con agua salada, vino, cerveza, sidra, aceite de oliva, etc. otros se espolvorean con cenizas vegetales, hierbas aromáticas o se maduran en hojas.
En Cañarejal durante la maduración de nuestros quesos curados, sobre todo al principio, procuramos dejar las cortezas sin mohos para provocar que crezca el linens, una bacteria que produce el anaranjado de la corteza. Este proceso nos puede dar ciertos matices en el interior de nuestro quesos y olor fuerte en el exterior.
En cambio en el Cremoso sembramos el Penicilium Candidum en cuba y luego mantenemos las temperatura y humedad adecuada para que nos crezca por toda la corteza y le confiera ese aspecto blanco y sedoso.
Un trabajo muy preciso y laborioso que realizamos unos pocos, pero que sois muchos los que podéis degustar el resultado.